Galería de Tiranos. Sala 2
Continuamos nuestro tiránico paseo recorriendo la segunda sala de la Galería de Tiranos. Espero que te ayude a identificar al tuyo si es que no lo hiciste ya en la entrada anterior.
Hay otros Tiranos que no son tan terribles como los que ya hemos visto, pero aun así nos pueden causar dificultades serias en la vida.
EL CENIZO: El mundo es horrible. Sólo hay dolor y porquería. No esperes nada más.
Mensaje original: “Qué asco de vida.” “Sólo estamos aquí para sufrir.” “Todos los seres humanos son iguales, sucios y mentirosos.”
Respuesta del Niño: Fijarse sólo en lo malo de la vida. Pérdida de esperanza. Hacerse a “lo sucio”. Asco de sí mismo. Falta de motivación.
Antídoto: La vida se renueva a cada instante. Podemos vivirla desde la alegría del corazón si dejamos atrás lo viejo y nos abrimos a lo nuevo. Acordarse de lo bueno, olvidar las ofensas. Mirar hacia la belleza en vez de meter la cabeza en el cubo de basura. Iluminar nuestro interior con alguna práctica energética o espiritual.
EL ASQUEROSO: El Mundo nunca te va a dar lo que te promete. Como te descuides te engañarán. Desconfía, no te creas nada.
Mensaje original: “Si eres… bueno, obediente, estudioso,… entonces… te querré, pasaré tiempo contigo, te conseguiré eso que tanto deseas,… ¡Oh, lo siento! Se me olvidó. Bueno no era tan importante, ¿verdad?”
Respuesta del Niño: A base de no recibir termina por rechazar lo que sí le llega. “Ya no lo quiero.” Desconfianza. Insatisfacción y asco.
Antídoto: Amor y aceptación incondicionales hasta que se rinda y se abra a recibir.
Hay un Tirano que es muy habitual hoy en día por esta cultura que divide a las personas entre “ganadores” o “perdedores”, educando con ese falso cebo de llegar a ser “un triunfador (en lo económico) en la vida”. Esta crítica socialmente aceptada funciona así de bien porque es un reflejo de la necesidad básica interna de recibir valoración, cuya falta genera estrés y miedo.
EL PERFECTO: No das la talla.
Mensaje original: “Todo lo haces mal”, “tú qué vas a saber”, o más sutil, “tú eres muy graciosa, pero tu hermana sí que es lista”.
Respuesta del Niño: Puede engrandecerse y hacerse “perfecto” y juzgar a los demás como lo hicieron con él. O puede hundirse, sintiendo toda su vida que hay algo defectuoso en él y persiguiendo esa perfección imposible en vez de su propia plenitud. Obsesiones, perfeccionismo, exceso de severidad con uno mismo y los demás. Arrogancia.
Antídoto: Ya soy perfecto como soy. Nadie puede ser mejor que yo siendo yo mismo ¿en qué aspectos quiero mejorar, aprender, crecer? No tengo porqué imitar a nadie para ser yo mismo. Los estándares de los demás no son los míos ¿qué quiero yo para mí en la vida?
EL LADRÓN (del Corazón) (una variante perversa del Perfecto): Esfuérzate más… que no lo vas a conseguir.
Mensaje original: “Sí, lo haces bien, pero nunca lo harás como…” El niño se esfuerza por obtener la valoración paterna, pero cuando alcanza esa meta no obtiene reconocimiento sino una nueva meta más ardua, más alta, más difícil, que, de nuevo, cuando la consigue sólo lleva a más esfuerzo. Y la falta de reconocimiento se explica por una supuesta carencia del hijo, “no tienes madera para…”
Respuesta del Niño: “Nunca lo hago bien.” El resultado es un círculo vicioso de más esfuerzo y más desaliento. La persona se ilusiona y se esfuerza en sus proyectos pero termina abandonando, rindiéndose, cambiando de proyecto sin terminar el anterior. Miedo al fracaso que lleva al fracaso anticipado. Rabia, frustración, depresión del ánimo. Sensación de ser estafado por la vida.
Antídoto: Asegurarse de que nuestros objetivos se corresponden con lo que de verdad nos entusiasma, en vez de con lo que se espera de nosotros. Cultivar la paz interior, la paciencia, y la perseverancia. “Tropezar no es fracasar.” “El que la sigue, la consigue.” En lo casos más duros trabajo interno para alentar al Corazón, al Niño Interior.
EL DERRUMBADO (una variante derrotada del Perfecto): Ni lo intentes, ¿para qué?
Mensaje original: “Mira que eres torpe.” “Inútil.” “Eres un vago.” “Nunca llegarás a nada hijo mío.”
Respuesta del Niño: “Para qué me voy a esforzar. Todo da igual.”
Antídoto: Reconectar con el sentir, volver a usar los sentidos, y el experimentar-atreverse en la vida. Vuelta a la naturaleza, trabajo físico. Reconectar con el Corazón para descubrir el entusiasmo perdido.
La mayoría de los Tiranos no mandan sus mensajes perversos abiertamente, lo hacen a escondidas: insinuaciones, mensajes corporales-emocionales, acciones no explicadas en voz alta que crean confusión. Algunos son grandes expertos en estas tácticas “invisibles” que crean desaliento y caos en el niño o la niña.
EL IMPOSIBLE (de satisfacer): Vete, pero quédate. Hazlo, pero no lo hagas.
Mensaje original: “Cuídame, si te vas me muero – Aquí estás, perdiendo tu vida, y encima no me sirves de nada.” “Tú eres lo que más quiero – Ni se te ocurra tocarme.” “Tendrías que tener más iniciativa – Nunca haces nada bien.”
Respuesta del Niño: “Si abandono a mi madre soy mala – Si me quedo, me traiciono a mi misma.” Son mensajes dobles que atan a la persona de forma que cualquier dirección que tome está mal, no hay salida por ninguna de las dos opciones. Es como si le pusieran un saco en la cabeza y andara a los tumbos. Crisis de ansiedad. Problemas para organizar la propia realidad. En casos extremos, despersonalización, impotencia para vivir la propia vida.
Antídoto: La solución en principio parece fácil, no obedecer ninguno de los dos mandatos que mantienen la doble atadura, y optar por una tercera solución nueva, distinta que ayude a saltar fuera del paradigma incapacitante. Pero normalmente hace falta psicoterapia con alguien especializado en este tipo de conflictos y que de verdad pueda ayudarle a salir del laberinto.
Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos estilos de crítica interna que nos vamos pasando unos a otros de generación en generación, lo que en Análisis Transaccional se llama indoctrinación en el desamor. Si tú tienes tu propio y peculiar Tirano y quieres encontrar el antídoto, o añadirlo a la galería por si le sirve a otras personas, haz un comentario más abajo o mándame un mensaje privado, encantado de preparar una tercera sala con vuestras aportaciones.
Hasta la próxima y… ¡Abajo la tiranía!
Salud y buenos pensamientos.